miércoles, 13 de mayo de 2009

Retrato literario

"Las pardas manchas del benigno cancer de la piel que el sol produce con sus reflejos en el mar tropical, estaban en sus mejillas. Estas pecas corrian por los lados de su cara hasta bastante abajo, y sus manos tenian las hondas cicatrices que causa la manipulación de las cuerdas cuando sujetan los grandes peces. Pero ninguna de estas cicatrices era reciente. Eran tan viejas como las erosiones de un arido desierto. Todo en él era viejo, salvo sus ojos; y estos tenian el color mismo del mar y eran alegres e invictos. [...] La cabeza del hombre era, sin embargo, muy vieja y con sus ojos cerrados no habia vida en su rostro."

El viejo y el mar
de Ernest Hemingway

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